martes, 26 de julio de 2022

De la Mano de Virgilio

Ha llegado, ya está aquí
¿Estaré listo?
Pues me encontraba más que perdido
y me sumergí de lleno en oscuro pozo
cuya imponente profundidad me envolvió
ahí estaba:

Una pobre criatura sin bautizar
tratando de encontrar consuelo y refugio
en los brazos de su madre;
de ella se despegó un momento
y su llanto atormentó aquella oscuridad.
El niño quería ir a un lado
y ella hacia el contrario,
se quedaron en medio de aquella nada
abrazándose y sollozando
intentando consolarse con mutua compañía.

Más profundamente
un hombre que me doblaba la edad
maldecía ominosamente su mala fortuna
escupía a la tierra y le maldecía,
un corte de manga
cobraba el papel de ademán
ante las herejías proferidas
hacia el fruto que la tierra dió
y proclamaba, frustrado, blasfemias
dirigidas hacia un creador en el cual
ya había dejado de creer
para terminar en atormentado llanto
sobre sus rodillas destrozado.
 

El Demonio de la Perversión - La Mujer Perfecta

Alguien me pidió describir
a la mujer perfecta
¿Qué mierda quieres que diga? 
Le contesté.
Un coño, un par de tetas,
una boquita coqueta y juguetona
con un culo que se deje coger
y ya tengo...
todos los hombres tienen con eso...
 
Si tú lo tienes
y es tuyo de verdad
ya tienes a la mujer perfecta.
Si no te molesta que eructe,
que le huela la boca,
tal vez los pies, las axilas
o las ingles,
ya tienes a la mujer perfecta.
 
Cuando no te molesta su música
aunque sea música que detestas,
ni su risa, su acento,
o que no le guste algo
que tú adoras
ya tienes a la mujer perfecta.
 
Si entiendes que se arrugan,
que tienen sentimientos
y emociones profundas
que jamás llegarás a entender
y por ello tratas siempre,
a veces sin lograrlo,
de anteponer tus sentimientos
para dar cabida a los de ella
entonces es la mujer perfecta.
 
Si follan como perros
y ella es quien te lo pide
de forma cándida y ardiente
dejando que las ganas le inunden
su ser, su coño, su mente
y se entrega a ti más allá
del orgasmo
más allá de la cogida
es la mujer perfecta.
 
Pero yo qué mierda voy a saber. 
 

Herejía y Fe*

Quisieron hacerme creer que no te merecía; todo el mundo estaba de acuerdo, menos yo.   Quisieron hacerme sentir que no merecía tu cariño y ...