lunes, 25 de noviembre de 2019

Antes de que nos Olviden III - Capítulo Final


Aún no se le notaba la pancita, aunque las piernas, mejillas, pompas y senos ya habían aumentado de tamaño volviéndola mucho más sexy para él, quien en un intento desesperado por consentir a la mujer que amaba decidió invitarla a salir. Tenía miedo de que se llegara a desmayar o a descompensar cuando el embarazo estuviera mucho más avanzado, así que tomó su apenas decente quincena y después de ver sus zapatos se atrevió a pensar
    “Todavía aguantan otro mes”
por tercer mes consecutivo. Quedó con ella, para sorpresa de él, fue muy fácil ponerse de acuerdo… era algo que últimamente no pasaba mucho.

No era raro que llegara tarde, en sus dos cumpleaños anteriores lo había hecho y eso lo había entristecido mucho pues resultó ser algo que en verdad lo hirió, al menos en su momento y el no tener el valor para decirlo fue lo que en verdad le hizo daño. Era un círculo vicioso y ellos, al parecer, ya eran expertos en crearlos... lo quería de verdad, pero ahora mismo y desde hacía mucho tiempo atrás, su cabeza era una tormenta de dolores, pesares y confusiones
    “Cómo siempre ya se me hizo tarde” 
se dijo Alice dando vueltas por su habitación… luego se pone bien triste y luego se le pasa, era el único consuelo que le quedaba, aunque en el fondo sabía que la quería y era bueno sentirse querida por el hombre al que quieres y salió. Había planchado su cabello y tomado su ropa no tan desgastada, pues hacía ya más de un año que no podía comprar nueva, se había mirado en su espejo de cuerpo entero y se gustó, se sintió hermosa, había notado también que su vientre aún no abultaba la nueva vida que aguardada y le gustaron los primeros cambios en su figura, era hermosa. Ahora tomaba la combi a las 4:45 para un viaje de cuarenta minutos cuando la cita era a las 5:00… Además, Ian últimamente había vuelto a ser puntual, de seguro él ya estaba a punto de llegar si es que no lo había hecho ya… Para chingadas madres el tráfico la retrasaría, siendo optimistas, una media hora más. Le gustaba salir, en verdad lo disfrutaba y extrañaría mucho aquella intensa sensación de libertad, de noches viendo las luces de la ciudad desde un auto a toda velocidad a alguna parte, el escándalo alucinante de una fiesta. Como sea, algún día la gente se arrepentiría de no haber sentido su lado más salvaje pero ella no. Ella sabía que cada cosa solamente se vive una vez.


A Ian siempre lo habían incomodado los regalos muy notables, pero había llegado 10 minutos antes y podía sin ninguna prisa pasar a comprar unas flores con las cuales sorprenderla, a ella le gustaban mucho esas cosas y se dejaba sorprender. Ella era una persona muy linda  y eso lo había vuelto loco, pues quien llegara a mirarla por primera vez no podría ni imaginar lo sencilla que era su alma, pero él se había aprovechado sin querer del no esperar nada a cambio que ella era tan buena sintiendo. Queriendo hacer del regalo una cosa especial trató de darse su tiempo pero como siempre le solía suceder, cuando más quería matar el tiempo, más prisa se daba.
 
Ya era súper tarde, había pasado media hora y aún faltaba tramo, Alice pensó que hubiera dado lo mismo salir puntual… Tal vez Ian igual llegase tarde.

No era el colmo, aún. Ella siempre solía llegar tarde a todos lados, así había sido desde que la conoció, quizá se había encontrado con tráfico… pues salió bastante temprano y apenas llegó un poco antes.

Al no tener saldo en sus teléfonos ninguno de los dos podía avisarle al otro. En una Central de Porcesamiento de la Información (CPI, existía una por municipio conectada a las del resto del mundo vía Plumbing), se detectó a un ciudadano sin conexión en su Smartphone detenido por la calle por lo que una cámara de seguridad enfocó sobre el joven con flores que parecía esperar a alguien. Ese tipo de muestras de afecto públicas no estaban prohibidas por el Ministerio de la Seguridad, pero de darse el caso de que la persona esperada tampoco estuviera conectada a la Plumbing desde su teléfono móvil resultarpia sospechoso. Rápidamente el sistema envío una patrulla de la Guardia Nacional para estar al pendiente. Cualquier persona que no estuviera conectada a la Plumbing era considerada sospechosa, más aún si mostraba intensiones de afecto de manera pública sin intensión de compartirlo a través de la Plumbing.

7:00 PM… Era el colmo, ya la gente se había dado cuenta del muchacho que habían dejado plantado con todo y su ramo de rosas. Vaya tontería… sin duda era de esas cosas que solían pasarle a él. No tenía caso, comenzaba a ponerse oscuro y más valía ahora esperar para ya de mínimo regresar juntos a casa… Al menos ahorraría dinero y todavía tenía el detalle de las flores, también alcanzó a notar que la Guardia Nacional había dejado de prestarle atención y ya pronto se irían.
    Alice bajaba de la combi a toda velocidad, eran las 7:30 y no entristecerse le resultó inevitable, ya antes había pasado; cuando llegaba tarde lo único que ella quería hacer era verle , pero él estaba cansado de esperar y seguramente molesto. En ese momento lo vio, caminaba lentamente al lugar donde tomaría el transporte de regreso a casa. Alice quiso gritar, pero con la presencia de dos personas ahí sin datos móviles se disparó la alarma silenciosa y dos oficiales con traje anti motín descendieron de la patrulla que tenía ya un rato vigilando a Ian.
– ¡Ian! – gritó la chica cuando vio que éste levantaba el brazo para hacerle la parada a una combi.
   
La puerta se cerró una vez que el joven subió y se sentó. Al dar la vuelta en una glorieta Ian alcanzó a ver a una chica de espaldas… podía ser ella....

Alice quiso secar inútilmente las lágrimas que corrían por su rostro tan bello ahora compungido por la desilusión. A nadie le importó; sólo los dos oficiales que habían descendido de su patrulla quedaron expectantes, uno de ellos regresó al vehículo y anunció por radio mientras el otro solamente subía de nuevo:
– Falsa alarma, central. Confirmamos y nos retiramos.

Un ramo de rosas asomó detrás de la inconsolable Alice, quien volteó sin creer lo que sucedía
– Hola, mi vida… ¿Llevas mucho esperándome? – Alice se arrojó a los brazos de Ian, se besaron con tanto deseo y se abrazaron tan fuerte como si uno quisiera robar la vida del otro.

La Guardia Nacional recibió la alerta y, al poco tiempo, un grupo de oficiales armados con armas no letales y ataviados con sus uniformes anti motines retiraban de manera agresiva y violenta a todos los curiosos que querían observar por encima de sus hombros enfocándose en aquellos que sacaban sus teléfonos móviles para grabar lo acontecido y compartirlo a través de la Plumbing, los uniformados formaban un círculo alrededor de la pareja que ahora se besaba en el suelo.



Herejía y Fe*

Quisieron hacerme creer que no te merecía; todo el mundo estaba de acuerdo, menos yo.   Quisieron hacerme sentir que no merecía tu cariño y ...