lunes, 15 de octubre de 2018

La Oficina

Personajes: 
Voz de Reportero (En off) 
Roberto “Robert” Casas (Gerente General)
Ignacio “Nacho” Valderrama (Jefe de Sistemas)
Catalina “Katy” Navarrete (Administración)
Isalin “Isa” Sánchez (Asistente de Admón.)
Rafael “Rafa” Cuevas (Asistente de Gerente)
Joaquina “Jackie” Báez (Compras)
Samuel “Samy” Cabrera (Ventas)
Leandro de la Cruz (Ventas, el nuevo)

 

Escena I

Escena: Una oficina administrativa. Aunque más que una oficina, parece el segundo piso de cualquier casa adaptado como oficina. En izquierda abajo encontramos dos escritorios colocados espalda con espalda: uno en perfil derecho, otro en perfil izquierdo; con sus respectivas laptops, un botecito para colocar lapiceros, dos separado-res de libros, perforadora, engrapadora, folders y hojas, así como un catálogo que dice “Sidifergia S. de R.L. de C.V.” y un calendario de escritorio con el mismo logo. En derecha abajo tenemos la misma es-cena, dos escritorios colocados espalda con espalda. Todo igual con su laptop, bote para lapiceros, separadores de libros, catálogos de Sidifergia, etc. En cada escritorio hay un teléfono. En arriba centro tenemos otros dos escritorios en posición abierta, pero con una leve separación entre ellos, provocado por una mesita con su respectiva laptop y teléfono, la persona que se sienta en dicha mesita queda de espaldas al público. Al lado del escritorio de la derecha hay una multifuncional. Al lado del escritorio de la izquierda está un séptimo escritorio más lujoso con una silla y una computadora más caras, suponemos que es el área de trabajo del jefe, pues cuenta con su propia impresora. Cada escritorio está adornado con escarcha navideña y unas pocas esferas, se puede ver en un calendario grandote que es el mes de enero y tiene tachados los días del 1 al 7. Entre el escritorio del jefe y el del centro, hay un mueble de madera abierto, se ve que alguien arrancó la chapa a fuerza de golpes, en el interior del mueblecito hay varios fajos de billetes, los más cercanos a la puerta se encuentran tirados y algunos de los que están en el piso están manchados de sangre. Al lado del mueble hay una mancha que parece vómito.
Todos los escritorios están desordenados, los calendarios tirados, todas las hojas blancas regadas por doquier, las computadoras encendidas menos la del jefe (pues su escritorio se mantiene intacto), todos los artículos de oficina están o bien el piso o bien tirados a lo loco en los escritorios, se ve un martillo en el suelo por los escritorios de abajo derecha, varios casquillos de bala, la multifuncional está manchada de sangre en el costado más visible por el público. Algunas sillas están volteadas y otras simplemente están lejos de su respectivo escritorio. De igual modo, en todos los escritorios, salvo en uno de los colocados en abajo izquierda, se encuentran las respectivas chamarras, bolsos y mochilas de los trabajadores.
En off se oye a un perro ladrando y corriendo de un lugar a otro, ruido de patrullas y de radios.
Entra esa música chafa característica de los noticieros.

Voz en Off: (de algún noticiero) Esta mañana, ha sido testigo de un hecho lamentable el municipio de (ruido de interferencia) pues han sido encontrados muertos los empleados de la empresa metalúrgica Sidifergia, mientras el jefe se encontraba de vacaciones. Al parecer varios de ellos murieron por disparo de arma de fuego y por golpes con algún objeto contundente, de igual manera se encontró un séptimo cuerpo en las afueras de la casa donde se ubica la oficina, cuerpo que, al parecer, fue mordido repetidamente por el perro pitbull que se encontraba desamarrado. La policía municipal ha abierto una carpeta de investigación para clarificar los hechos, pues no había cámaras de seguridad en el lugar. De igual forma, se ha descubierto que el jefe de la empresa murió en un accidente de auto mientras tomaba un viaje de vacaciones junto a su esposa e hijos…
    Todos los sonidos comienzan a disminuir su volumen hasta que únicamente se escucha el zumbar de las luces y de los monitores de las computadoras.
    Los empleados comienzan a entrar, la primera en llegar es Catalina, quien limpia la mancha en la multifuncional y la mancha de vomito en el piso al lado del mueble del dinero, acomoda su escritorio ubicado a la derecha en centro arriba, a la izquierda de la multifuncional. Después llega Ignacio.

Ignacio: Buenos días, Katy.
Catalina: Buenos días, Nacho.
Ignacio: (Para sí mismo) Vamos a ver… (Recoge los casquillos y los guarda en su mochila, ve parte del dinero tirado en el piso, pero, al confirmar con la vista que Catalina no lo pela, lo deja ahí y acomoda su escritorio ubicado al lado del de Catalina, dejando la mesita de en medio, libre).
Entra después Rafael.
Rafael: Bueno días…
Nacho y Katy: Buenos días.
Rafael: Está rico el frío ¿no? (acomoda su escritorio, que se encuentra en perfil izquierdo ubicado en derecha abajo, enfrente de él se sienta Joaquina, quien llega sin saludar e igual acomoda su lugar de trabajo).
Catalina: Buenas noches… (Todos los empleados voltean a ver, es Isa, quien va llegando, se disculpa con una sonrisa).
Isalin: Hola, Katy… (Acomoda todo el desorden de su mesita).
Samuel: Hola qué tal buenos días.
Todos: Buenos días…
        Buenos días…
            Buenos días…
                Buenos días…
                    Buenos días…
   Samuel comienza a ordenar su escritorio, es el que está acomodado en izquierda abajo del lado derecho, hasta dejar todo en orden, todos empiezan a teclear cosas en sus computadoras, a realizar llamadas, imprimir, se hacen preguntas entre ellos, Catalina va hasta el escritorio de Jessica y comienzan a chismosear, Isalin toma su teléfono y platica, al parecer con su novio, todos los demás “hacen algo”.
Roberto: Muy buenos días, chavitos ¿cómo vamos?
Catalina Y Jackie: Hola, Robert.
Ignacio: Buenos días, Robert.
Rafael y Samuel: Robert, buenos días…
(Isa cuelga el teléfono rapidísimo, pero no saluda, camina al calendario grande y le borra el tache al día siete).
Ignacio: (Acercándose al escritorio de Roberto, quien ya se ha sentado y observa todo plácidamente) Qué onda, mi Robert… ¿Ya listo para irnos de vacaciones o qué?
Roberto: Ya, Nachito, ya sólo estamos aquí para encausar algunas cositas y nos vamos… pero me voy a ir hasta mañana.
Ignacio: ¿Y eso?
Roberto: Pues ya ves, que mi mujer no quiere que nos vayamos, pero es cosa de todos los años, en siete años que llevamos aquí, todos los años es lo mismo (haciendo voz de mujer) No, Robert, que nadie cuida la empresa y no puedes dejar ahí a tus empleados.
Ignacio: No pues cómo, no descansas un solo día en lo que resta del año, además tienes tu empresa en excelentes manos.
Roberto: Pues sí, pero ya ves, Nachito ¿Ya me tienes todo conectado?
Ignacio: Sí, mi Robert, ahorita ya nada más levantó el sistema y listo, podemos empezar a trabajar.
Roberto: (Sonriendo divertido) ¿Entonces que estaban haciendo todos cuando llegue?
    Vuelve todo al mismo ritmo y algarabía de oficina de hace un momento. Cuando llega Leandro bastante apurado, su respiración está levemente agitada y tiene un poco de sudor en la frente, se le nota presumiblemente nervioso
Leandro: Buenos días a todos.
Todos: Buenos días…
        …
            Buenos días…
                …
                    Buenos días…
                        …
    Leandro acomoda su lugar de trabajo, mira los billetes en el piso que al parecer nadie nota, volteando a ver a todos los toma y vol-tea a ver a Robert, quien realiza unas llamadas, guarda todos los fajos y billetes sueltos en el mueble, le coloca la chapa y lo cierra. Se va a su escritorio. Roberto se levanta y cierra el mueble con llave. Todos regresan a sus actividades. Leandro llama la atención por la serie de movimientos que denotan su nerviosismo. Suena un telefono, todos voltean a ver con enojo a Leandro.
Joaquina: Ash...
Roberto: (Sacando su celular) ¿Bueno? ¿Qué pasó, mi amor? (todos refresan disimuladamente a lo que hacían) Sí, ya Nachito y Katy tienen las indicaciones para que todo funcione (disimuladamente, todos los empleados, salvo Leandro e Isalin, paran oreja para escuchar la conversación telefónica) Pues sí, mi vida, pero eres tú la que me estuvo diciendo que… ¡Ah, ya de una vez! ¿Y mi maleta? Órale pues, entonces vámonos, te espero en el carro y de volada… (Comienza a guardar sus cosas apresuradamente pero con mucho organización) Sí, pues ya en el camino haces unas llamadas y reservamos el hotel… vale mi amor, pues paso por ti en el carro y nos vamos.
Rafael: ¿Todo bien, Robert?
Roberto: Sí, sí, sí… pues chicos, a ver, tantito, denme cinco minutitos y ya nos vamos… bueno, me voy (risas de todos) pues ya Nacho y Katy tienen las indicaciones, todos se van a las 6:00 ni un minuto más ni uno menos y mañana todos a las 8:00… Nachito, ya sabes, si alguien checa tarde te lo chingas, igual si alguien sale más temprano. Allá abajo se cierra a las 5:30… No quiero, que se la pasen haciéndose tontos, que no trabajen, el hecho de que yo no esté, ni quiere decir que van a hacer lo que quieren… Jackie, te encargo a mis muchachos (señala a Samuel y a Leandro) Cualquier duda, muchachos, con ella, sólo no me la saturen mucho que no trabaja bien bajo presión. No sean tímidos, que aquél que es tímido para las ventas… (Leandro baja la mirada y su cabeza levemente) mejor que se dedique a otra cosa. Pues cuídense, chavitos, quiero sus reportes en mi WhatsApp, diario… igual y no los voy a leer, porque voy a estar de vacaciones, pero ya entienden. (Sale).
    Todos regresan a sus actividades, pero Leandro se nota un poco más suelto, Jackie comienza a chatear en su Smartphone, el ambiente al parecer se relaja un poco.
    Acciones simultáneas: los vendedores descuelgan el teléfono y se ponen a realizar llamadas; cuando tienen éxito: cuelgan y se ponen a teclear algo en sus computadoras, mandar a imprimir una orden de compra que sale en la multifuncional; cuando no lo tienen, revisan una tabla impresa y marcan a otro número.
    La encargada de compras contesta llamadas entrantes y toma las órdenes de compra o realiza los pedidos, cuelga, marca a algún proveedor y hace el pedido, después ingresa algo en su compu.
    En los escritorios del fondo no se sabe qué es lo que está haciendo cada uno, pero teclean con rapidez, hacen gestos, siguen tecleando y platican algo entre ellos.
    Leandro para un momento y se pone a chatear en su Smartphone, Catalina deja su silla y camina hacia él.

Catalina: Estás en horas de trabajo.
Leandro: Perdón, contestaba un mensaje de mi novia.
Catalina: No estamos para contestar mensajes de la novia.
Rafael: Ooo… déjalo ¿qué tal que es algo urgente?
Catalina:… ¿Es algo urgente?
Leandro: No… es sólo que me mandó un inbox diciéndome que le eche muchas ganas.
Catalina: (perdiendo su tono serio, sonando inclusive amistosa) Ay, en verdad que ustedes dos, me matan (vuelve a su silla).
Joaquina: Ya deberían de casarse ustedes dos ¿cuánto tiempo llevan de novios?
Leandro: Pues… ya vamos a cumplir dos años, afortunadamente.
Joaquina: ¿A poco? ¿Y te metiste a trabajar para casarte con ella?
Leandro: Pues… algo así (ríe tímidamente pero muy amistoso).
Joaquina: Así como tu ex ¿No, Katy? (cambia de tono) Ándale, trabajemos para irnos a vivir juntos y tómala que te deja a las dos semanas de haber entrado.
Rafael: tsss… no, eso sí estuvo grueso.
Catalina: No andes ventilando cosas, no mames… mejor ponte a trabajar y deja de estar indagando la vida personal de Leandro y ventilando la mía a todos ¿sí? Por favor… Oye, Nacho, no puedo mandar a imprimir desde mi computadora…
Nacho: A no… Mándaselo a Jackie y que ella lo imprima desde su compu.
Catalina: Jackie… me imprimes esto por favor.
Joaquina: Pues sí… ya qué…
Samuel: ¿y desde aquí puedo mandar a imprimir?
Nacho: No, igual todos los que vayan a imprimir, le mandan todo a Jackie y que ella lo mande a la impresora…
Joaquina: Pero no todos al mismo tiempo y si necesitan imprimir me avisan ¿eh?
    Catalina en esta última frase voltea a ver a Leandro quien para entonces ya se habrá levantado dos veces hacia la multifuncional a sacar órdenes de compra. Se levanta de su asiento y corre al baño, Joaquina se le queda viendo fijamente y Leandro alcanza a notarlo. Catalina regresa.
 

Oscuro

Escena II

Escena: La misma oficina, pero en esta ocasión continúa bien ordenada. Los empleados comienzan a entrar, la primera en llegar es Catalina. Después llega Ignacio.Ignacio: Buenos días, Katy.
Catalina: Buenos días, Nacho.
Ignacio: (Para sí mismo) Vamos a ver…
Entra después Rafael.Rafael: Bueno días…
Nacho y Katy: Buenos días.
Rafael: Está rico el frío ¿no? (Se sienta en su escritorio. Imediatamente después entra Joaquina, quien no saluda, sólo se sienta).
Catalina: Buenas noches… (Todos los empleados voltean a ver, es Isa, quien va llegando, se disculpa con una sonrisa).
Isalin: Hola, Katy… (Acomoda todo el desorden de su mesita).
Samuel: Hola qué tal buenos días.
Todos: Buenos días…
        Buenos días…
            Buenos días…
                Buenos días…
                    Buenos días…
    Samuel toma lugar en su respectivo escritorio, todos empiezan a teclear cosas en sus computadoras, a realizar llamadas, imprimir, se hacen preguntas entre ellos, Catalina va hasta el escritorio de Jessica y comienzan a chismosear, Isalin toma su teléfono y platica, al parecer con su novio, todos los demás “hacen algo”.
    Llega Leandro bastante apurado, su respiración está levemente agitada y tiene un poco de sudor en la frente, se le nota presumiblemente nervioso.

Leandro: Buenos días a todos.
Todos: Buenos días…
        …
            Buenos días…
                …
                    Buenos días…
                        …
Catalina: Jackie ¿puedes venir tantito, por favor?
Joaquina: (Acercándose) ¿Qué pasa, Katy?
    Secretean, por las reacciones de Joaquina se nota que se trata de algo que escapa del control de ambas. Leandro las observa con curiosidad, nadie se percata de que Rafael las está oyendo.
Joaquina: No, mames… ¿y así te sigues acostando con Robert?
Catalina: Cállate, pendeja… pues sí, así cuando regrese de sus vacaciones le voy a decir que es de él.
Joaquina: ¿Y si luego se quiere hacer la prueba de paternidad?
Catalina: Pues no sé, we…
    Ambas voltean a ver a Leandro, el joven desvía rápidamente la mirada, pero Jackie se le queda viendo muy fijamente, Leandro se intimida… suena un teléfono, se deja timbrar varias veces hasta que contesta Samuel, toda la tensión desaparece.
Samuel: Sidifergia, buenos días… permítame… (a los demás) ¿Cómo era para transferir llamadas?
Joaquina: ¿A quién le están hablando?
Samuel: A Nacho… este… este… al ingeniero Ignacio.
Nacho: Pásamelo así, si quieres. (Se levanta de su escritorio y camina lentamente hacia el de Samuel, mientras hace su traslado: Samuel mira a Joaquina hasta que ella voltea, Samuel baja la mirada, Joaquina voltea hacia Rafael y descubre que la está viendo, Joaquina baja la mirada, Rafael se da cuenta de que Leandro tuvo la mirada fija en él todo el tiempo, ambos vuelven al trabajo o fingen hacerlo) Aquí el Ingeniero Valderrama… ¿Quién habla…? ¿Quién…? Ajá… es correcto… (Se comienza a alarmar) ¿Pero eso dónde pasó…? (todos los demás se ponen alertas) ¿Toda la familia? Pues… así no hay ni a quién darle el pésame (Katy y Nacho se miran fijamente… los demás se miran entre ellos). Muchas gracias, hasta luego.
    Cuelga. Permanece tácito tratando de analizar la situación.
Rafael: ¿Qué pasó, Nachito?
Nacho: Pues… que acabamos de quedarnos sin trabajo… Katy, vente, acompáñame.
Catalina: (preocupándose cada vez más) ¿Nacho, qué pasó?
Nacho: (Tratando de mantenerse ecuánime suena indiferente) Robert se accidentó hoy en la mañana en la autopista… iba a una velocidad muy alta… Creo que se mató junto a toda su familia… (Se escuchan varias exclamaciones de preocupación que ponen a Nacho nervioso)
Catalina: (Consternándose poco a poco, hasta llegar a la desesperación) No… no, eso no puede ser…
Nacho: Cálmate… vente vamos a platicar
Catalina: No mames, Nacho… a platicar… ¡no mames! (Forcejea con Ignacio quien poco a poco la saca de escena) ¿Qué voy a hacer? ¡Estoy embarazada!
Un sonido de sorpresa por parte de todos, esta vez, más fuerte, Nacho y Catalina salen.
 
Oscuro.

Escena III

Escena: Todos los empleados han dejado de hacer sus cosas, Leandro no para de chatear por su celular, esta vez más ansioso. Todos los demás están sentados cómodamente en sus sillas, pero se muestran notablemente impactados por la noticia.
Samuel: (a Leandro) ¿Crees que se tarden todavía demasiado?
Leandro: No lo sé… imagino que se tienen que poner de acuerdo en cómo liquidarnos y esas cosas.
Samuel: ¿Crees? Debe haber alguien que supla a Robert.
Joaquina: No… esta empresa pertenece a la familia Casas, Robert es hijo único… sin hermanos, sin padre… su esposa, su mamá y sus hijos iban con él en el carro… ¿Creen que sí se hayan muerto todos?
Rafael: (en medio de una risita nerviosa) No manches, Jackie, eso no se pregunta…
Leandro: Igual aunque sobrevivieran sus hijos… la mayor tiene doce años, ni modo que se ponga a dirigir la empresa.
Samuel: Pero algún tutor o algo…
Joaquina: Ya veremos… ahorita son Katy y Nacho los encargados directos, ellos decidirán qué hacer.
Isalin: Pues ya que nos den aunque sea la semana y nos largamos…
Rafael: Ay sí ¿No? ¿Y luego? Yo debo mantener a mi familia.
Samuel: Todos debemos mantener a nuestras familias (a Leandro) ¿sí o no?
Leandro: Pues sí… (teclea algo rápidamente en el celular)
    Entra Katy como un rayo, mira rápidamente a todos sin dejar de caminar, abre unos cajones del escritorio de Robert y saca un bon-che de hojas encuadernadas, vuelve a salir.
Isalin: Pues ahí está el mueble del dinero, hay que repartírnoslo.
Joaquina: Sólo Robert tiene las llaves… se iba a ir una semana, dejó los sobre de todos ya hechos.
Isalin: Mejor… mira, nos repartimos entre todos el pago de los trabajadores, cerramos la jornada normal y nos largamos, dejamos todo cerrado aquí y mañana nadie estuvo ni volverá a estar aquí.
Joaquina: No mames… en cuanto los trabajadores se den cuenta de que les cerramos se van a poner locos.
Leandro: Podemos… quemar todos los papeles y formatear las computadoras y así… ya nadie sabrá nada.
    Todo el mundo voltea a ver a Leandro, como si hubiese mencionado una blasfemia, pero los rostros de todos cambian, tocados por la ambición. Leandro los mira a todos a los ojos y vuelve a escribir cosas en su teléfono.
Isalin: (se levanta y se sienta en el escritorio de Leandro) ¿Ven? Es fácil, no mamen…
Rafael: Yo digo que esperemos a ver qué nos dicen Katy y Nacho… ya si su idea no nos parece…
Samuel: Si su idea no nos parece, que Isalin y Leandro les den la suya…
    Silencio tremendamente incómodo. Leandro logra, por primera vez, sostener la mirada hasta lograr que Samuel la baje, Isalin lo voltea a ver y le acaricia el cabello para calmarlo, Leandro vuelve a chatear por su celular, se nota que su impaciencia va en aumento, Joaquina se ríe que Leandro no le hizo caso a Isa, Isa lanza una expresión mustia. Entran Katy y Nacho.
Joaquina: ¿Y bien? ¿Qué hacemos?
Nacho: (Visiblemente ansioso, haciendo un buen esfuerzo por controlarse) Pues bien… el estatuto de la empresa nos deja a Katy y a mí al frente del equipo de trabajo administrativo… En caso de muerte o abandono por parte del dueño, en este caso, Robert, debemos liquidar a todos los trabajadores por igual y de acuerdo a su puesto…
Katy: O sea que no importa cuánto tiempo lleven si eres administrativo,  los trabajadores son los que saldrán un poquito mal pagados por-que a ellos sí se les liquida conforme a su tiempo laborando y tomando como base su salario.
Nacho: Sin embargo (voltea a ver a Katy duramente) debido a que Katy va a tener un hijo de Robert (Samuel, Jackie y Leandro se sor-prenden) A ella le va a tocar una mayor parte… (lo piensa un poco mejor)... un poquito más. Para todas estas liquidaciones contamos con la cuenta bancaria, cuando Robert sale, vacía toda la cuenta con todo e intereses y se guarda en efectivo aquí.
Katy: junto con el resto del efectivo, el que se encuentra en el mueble
Nacho: Jackie… ponte a hacer cuentas, a los trabajadores dales de acuerdo al tiempo que laboraron, ya te la sabes… a nosotros nos vas a dar lo mismo de acuerdo al tiempo que lleve Katy, quien tiene más tiempo en la empresa que nosotros, para que salgamos un poquito mejor posicionados.
Jackie: Ay, claro… pero de todos modos a ella le va a tocar su mochada aparte ¿no? (Rafael y Leandro quieren reaccionar pero prefieren no delatarse, sólo se voltean a ver).
Nacho: No es cosa de discusión… Tomas tu dinero y te vas.
Rafael: Oigan… (Todos voltean a ver) ¿Por qué no… nos hacemos cargo de la empresa nosotros?
Catalina: No es posible… Como socios únicamente podemos cumplir con nuestra aportación. No podemos tener otro tipo de funciones.
Rafael: Pero podemos hacer papeleo, cambiar el tipo de sociedad.
Catalina: Para eso necesitamos la firma de Robert, quien por cierto no ha dejado ni testamento, terminaríamos perdiendo más… está decidido, a cada quien se le dará su monto y nos vamos. Nacho… hay que ir haciendo los trámites para dar de baja la empresa…
Isalin: Oigan… Leandro y yo tenemos una mejor idea…
Catalina: ¿Qué idea tienes, Leandro? (El chico trata de hablar, pero no lo logra, como si las palabras se le amontonaran en el pecho).
Isalin: Miren… Tenemos tooodo el dinero de la empresa se encuentra guardado en el mueble ¿no?... Los trabajadores no saben aún que Robert ha muerto.
Joaquina: Podemos dividirnos todo el dinero entre nosotros… nos va a tocar como diez veces más a cada quién (cambiando el tono de su voz) Incluso a Katy, le tocaría mucho más dinero…
Nacho: (comienza a agitarse y a sudar) ¿Y los trabajadores?
Isalin: Nadie les dice nada… simplemente contamos el dinero, lo dividimos a partes iguales, destruimos todos los documentos de la empresa, esperamos a que cierren a las 5:30, repartimos su lana cada quien y nos vamos.
Samuel: Isa… no.
Isalin: ¿Por qué no? El dinero de Sidifergia se cuenta ya en miles de millones de pesos.
Catalina: Cien mil millones de pesos.
Isalin: Ahí está (Leandro saca su calculadora y hace la cuenta por Isalin) cien mil millones entre los siete que estamos aquí…
Leandro: Catorce mil doscientos ochenta y cinco millones, setecientos catorce mil doscientos ochenta y cinco pesos completamente libres de impuestos para cada uno (es la primera vez que Leandro se escucha totalmente seguro de sí mismo)
Nacho: (Cercano ya a un ataque de ansiedad. A partir de este momento, ya no vuelve a recuperar el control) Venga… Isalin, comienza a formatear todas las computadoras, Katy, ayúdame a buscar la llave del mueble del dinero… todos los demás, empiecen por favor a rasgar todos los papeles y todos los documentos… no tenemos que dejar ningún tipo de evidencia… Jackie, mándale un mensaje a todos nuestros clientes, proveedores, amigos, compradores etc… diles que nuestras líneas están fallando y desconecta todos los teléfonos…
Rafael: No, Nachito, eso no está bien.
Nacho: Tú cállate, pendejo… vamos a ganar en un rato más de lo que ganaremos en toda nuestra vida.
Samuel: Pues… tiene razón… hagamos nuestra chamba.
    Empieza una suerte de coreografía, se escucha el segundero de un reloj, primero es leve, los trabajadores toman hojas y las rasgan, Isalin camina de un lado a otro formateando las computadoras, Cata-lina y Nacho buscan la llave del mueble, Jackie realiza llamadas y teclea algo en su computadora.
    El sonido del segundero del reloj se hace más fuerte. Todos continúan haciendo lo suyo con un poquito más de velocidad y desesperación.

Catalina: No está.
Nacho: Pues no está… (Todos voltean a verlos)
Catalina: Podemos botar la chapa y forzar la cerradura.
Nacho: Búscate una palanca o un martillo.
    Se escucha el aullido de un perro, Isalin corre a asomarse y regresa.
Isalin: Es el pitbull de Robert…
Rafael: Verga… ¿quién se lo va a quedar?
Jackie: ¿Para qué lo quieres? Dejémoslo aquí.
Samuel: No podemos dejarlo aquí, se va a morir de hambre.
Jackie: ¿Y?
Leandro: Yo me lo llevo, a mí me gustan los perros… sirve que nadie me asalta cuando vaya regresando a mi casa con tanta lana…
    La broma no surte efecto, el segundero de reloj hace un ruido todavía más estridente, los trabajadores comienzan a romper las hojas a lo loco, Isalin corre de aquí para allá desesperada, Jackie arranca los cables de los teléfonos e incluso avienta uno que se hace pedazos contra el suelo. Nacho y Katy se empiezan a volver locos, dejan los cajones abiertos, Nacho agarra a golpes el mueble…
    El perro vuelve a aullar, el segundero suena con más fuerza, Leandro arruga un montón de hojas y los avienta por ahí, Isalin vuelva las computadoras y las descompone a golpes, Jackie termina arrojando todos los teléfonos al suelo, Nacho y Katy agarran los dos a golpes el mueble.
    El segundero es ahorra un ruido espantoso, insoportable… se escucha un ruido de madera rompiéndose y al perro ladrar con ira y sus uñas chocando con el piso… Isalin corre a asomarse

Isalin: (Asustada, asomándose por la ventana) No mamen… El pinche perro se soltó...
Rafael: Robert me había dicho que hacía falta ya cambiarle la cadena y el collar porque se estaban rompiendo.
Samuel: ¿Cómo le vamos a hacer para salir?
Leandro: (Se asoma quedando a lado de Isalin) No sé… anda dando de vueltas por ahí… ¡se va a salir por el zaguán!
Nacho: Si ese puto perro se escapa los trabajadores se van a dar cuenta...
Isalin: Voy en chinga a cerrarlo (Sale corriendo de escena, Leandro trata de agarrarla pero se le va).
Todos: (a destiempo) ¡No!… ¡Isa, no!… ¡no, no, no, no!… ¡espérate, Isalin!
    Se escucha como una puerta de metal, perteneciente al zaguán, se azota, también el grito de Isalin en Off y el ruido de un perro atacando. La chica entra cojeando, su pantalón está roto de la pierna derecha y tiene demasiada sangre, su cabello está alborotado y polvoriento, sus brazos raspados y llenos de polvo al igual que su cara. Se apoya de Leandro quien la lleva a centro, centro y la dejan sentar en una silla. El ruido del segundero se convierte en un zumbido muy grave que retumba en los oídos.Isalin: (con un dolor tremendo en la voz) Vale verga… puto perro me escuchó y se regresó a romperme la madre el cabrón…
Jackie: (lanza un grito de horror) ¡No mames tu pierna we…! (Todos se retiran unos pasos, de la pierna de Isalin escurre tanta sangre que se empieza a formar un charco).
Leandro: ¡Rápido, algo para detener la sangre!
Rafael: Toma (le da su bufanda).
Samuel: También la mía… (Le entrega su bufanda).
    Nacho y Katy observan sentados en el mueble del dinero, sus miradas empiezan a trastornarse en miedo, Catalina vomita hacia un lado del mueble, Nacho se levanta asqueado, ahora Nacho está completamente sudado y agitado, le cuesta mucho trabajo respirar. Catalina voltea ver a todos, Jackie, Rafael y Leandro se le quedan viendo. Pero Jackie la mira con un desprecio notable, casi convertido en un odio personal hacia ella, Nacho mira a todos, sorprendido, sin entender el porqué de la expresión de sus miradas, se inquieta aún más.
Leandro: Jackie, necesito que le hables a Isa… no dejes que se desmaye... ¡Jackie!
Joaquina: ¿Eh? ¡Ah, sí…! Isa…Isa... (Isa no reacciona, Joaquina le da una cachetada) ¡Isa… órale pendeja, eso te pasa por andar de verguera! ¡Hubieras dejado que el pinche perro se escapara!
Samuel: ¡Jackie!
Isalin: Déjala… tiene razón. (Comienza a temblar y su voz se vuelve constantemente más débil) Eso me pasa por pinche codiciosa… lo mismo que a todos nosotros…
Rafael: No digas eso… no te va a pasar nada, le vamos a hablar a una ambulancia.
Nacho: Sí, pendejo, que vean el desmadre que tenemos aquí ¿No?
Rafael: ¡Bueno cabrón, Isa se está muriendo! (Nacho le mete un puñetazo en la boca a Rafael y lo manda al suelo, en su caída, Rafael empuja unas sillas y tira cosas. Samuel y Jackie corren a ayudarlo)
Nacho: Será mejor que te calles el pinche hocico, cabrón o te lo cierro a chingadazos.
Catalina: (Tomando del brazo a Nacho) ¡Hey! ¡Cálmense los dos! (A Leandro) ¿Cómo vas con eso “Leo”?
Leandro: Pues el sangrado se detuvo… pero Isa ya ha perdido mucha sangre… podemos dejarla sentada o recostada en algún rincón… (Mientras habla sus ojos voltean como locos a todos lados). Debemos mantenerla caliente y que tome muchos líquidos. (Le hace una seña a Catalina se van al escritorio del jefe). Pero la neta no sé si aguante de aquí a las seis…
Catalina: Hay que apurarnos a abrir el pinche mueble… contamos tu parte y la de Isa y los mandamos en Uber a urgencias ¿cómo vez?
Leandro: Vale, hay que apurarnos.
Catalina: Nacho ¿cómo vamos a abrir el mueble?
Nacho: No sé… no encuentro con que chingados abrirlo
Isalin: Hay un martillo detrás del tanque de la taza del baño…
Catalina: Corre, Nacho… tenemos que calmarnos y terminar con esto ya…
    Nacho sale de escena corriendo… Los demás sientan a Isa en el escritorio de Robert, y la tapan con sus chamarras. Nadie sabe en qué momento se detuvo el zumbido, ni a qué hora dejó de ladrar el perro.

Oscuro

Escena IV

Escena: Todos los trabajadores están sentados sobre y alrededor del mueble con el dinero, Isalin permanece en silencio en la silla de Robert, sin moverse casi, aunque respira con normalidad, se le puede notar cansada y sudorosa, así como un poco pálida, las improvisadas compresas no se han terminado de llenar de sangre, parece que han funcionado.
    Rafael mantiene su mano en la parte del rostro donde recibió el golpe, todos se ven un tanto más desalineados. Jackie rompe el silencio golpeando el mueble con sus manos.

Jackie: (A Catalina) ¿Quién te puso a cargo, ahora?
Catalina: Los estatutos de la empresa así lo marcan.
Jackie: Aaa… claro los estatutos de la empresa ¿No?
Leandro: Jackie, creo que deberías…
Jackie: No me digas qué hacer, mocoso… Se lo dijiste a Nacho ¿no? Ay… mírenme, voy a tener un hijo de Robert… ¿Por qué no les dices a todos de quién es ese hijo que vas a tener?
Catalina: (Se levanta, toma del rostro a Joaquina y la somete) Mira, pendeja: será mejor que te calles o si no yo misma te voy a arrojar por las escaleras para que te mate el perro de Robert… puta-gorda-estúpida...
Samuel: Katy, eso puede hacerle daño a tu bebé, ya tranquila.
Rafael: Ya, callados todos… es el colmo ¿Para qué nos complicamos la existencia? Terminando esto cada quién hará su vida y nos olvidaremos de todo lo vivido ¿de acuerdo?
Jackie: … De acuerdo (para sí)… claro, todos defendiendo a la perra pendeja esa.
    Se escucha el ruido de la formaica romperse y el sonido de agua escapandose. Entra Nacho, su camisa está mojada, y se encuentra con las mangas dobladas, está muy sudado y cada vez más inquieto. Todos hacen un gesto de haber estado esperando mucho.
Nacho: Listo… se encontraba atorado y tuve que quitar el tanque de agua del váter… me lo vacíe encima e hice un desmadre, pero…
Jackie: Sí, sí, sí… a ver (Le arrebata el martillo a Nacho) Háganse para atrás todos… Una vez vi a Robert hacer esto con su antiguo mueble.
   Jackie golpea la chapa y está sale volando hacia el interior del mueble, las puertas se abren de par en par dejando ver muchos paquetitos de billetes de 500 pesos muy bien ordenados y acomodados. Catalina se agacha para empezar a sacar los paquetitos junto a Nacho. Le entrega unos cuantos al ingeniero, Nacho coloca los paquetes en su escritorio, repiten esta acción varias veces, hasta que Jackie ataca por la espalda a Nacho, quien sale volando hacia su escritorio arrojando cientos de billetes al aire. El perro comienza a ladrar al escuchar el ruido producido por Nacho… El <<tic tac>> del reloj comienza a escucharse de nuevo.
    Jackie emite alaridos de odio y desesperación. Moviéndose muy rápidamente y aprovechando la confusión, le propina un martillazo a Katy en el vientre, todos se quedan en silencio, viendo el horror que se ha desatado…
Jackie: Andrés era mío, perra… (Comienza a llorar) Tú me lo quitaste… sólo para que decidiera no estar ni contigo ni conmigo… creí que eras mi amiga.
Leandro: (Acercándose a Jackie) Oye… baja eso… (Es interrumpido por un golpe propinado por Jackie que igual lo manda al suelo).
Jackie: Que no me digas que hacer, pinche chamaquito pendejo…
    Los jeans de Katy comienzan a mojarse de un líquido escarlata, pareciera que orinara sangre, el rostro de Jackie se retuerce en una enfermiza mueca de placer al ver a su amiga sufrir mientras el rostro de Katy se contorsiona en una mueca horrible de dolor y de vergüenza…
    Katy, con la mirada perdida y con el rostro aún deformado por el dolor, se lleva la mano al pantalón a la altura de su sexo y mira el líquido que ha quedado en sus dedos.
Katy: Mi… bebé (en llanto)… perdóname, Jackie… (Se va de espaldas hasta chocar con la multifuncional, lentamente se desploma y al intentar sujetarse de algo, deja una mancha de sangre en el aparato).
    Leandro se levanta con el golpe en la parte baja de su mentón, un poco recargado a la izquierda, tiene un hematoma inmenso y le sangra el oído; parece aturdido, agita la cabeza y aprieta los ojos para volver en sí, sin lograrlo. Se acerca a Katy y le toma el pulso en el cuello.
Katy: (Apenas murmurando, sólo Leandro la escucha) Ya repártanse el dinero… “Leo”, vete con Isalin al hospital…
Leandro: También te llevaremos a ti, te vamos a atender.
Katy: Qué lindo… cuida mucho a tu futuro hijo y a tu novia...
Leandro: Katy… Katy… ¡Katy! ¡Con una chingada! (llora dolorosamente)
Jackie: Se lo merecía la muy perra, les hice un favor al deshacerme de esa perra estúpida. (Se ha dejado de escuchar el segundero y el perro).
    De repente un fuerte ruido los alarma a todos, se dejan escuchar pequeños gritos de susto por parte de Samuel, Rafael y Leandro, quienes se agachan casi inmediatamente después de escuchar el disparo. El perro comienza a ladrar más fuerte y el sonido del segundero vuelve a iniciar. Joaquina cae al suelo boca arriba, como si estuviera hecha de cemento, debajo de su cabeza comienza a formarse un charco de sangre. Todos voltean a ver en dirección al escritorio de Nacho quien sostiene una pistola, la cara de todos se llena de miedo.
Nacho: (apuntando a todos) Bien, hijos de su puta madre… no sé qué más pedos se traigan, así que voy a ser directo y pido de ustedes su total colaboración… (Ha llegado al punto máximo de su desesperación). Vamos a dividirnos entre todos la parte que les tocaba a Catalina y a Joaquina ¿de acuerdo? Y no quiero ninguna pendejada. Ustedes: (señala a Samuel y a Leandro) Quiten el cadáver de esa puta de ahí…
   Samuel se queda paralizado viendo el arma de Ignacio, Leandro se levanta y toma el cuerpo de Joaquina y lo arrastra lejos del mueble, sujetándolo de las manos, haciendo un camino de sangre.Nacho: Tú, cuatro ojos (le apunta a Rafael) toma la cinta canela que está ahí y amarra a este par de putos… mientras iré haciendo el conteo del dinero. No me quieran sorprender porque me los trueno cabrones ¿entendido?
    Nacho se ciñe la pistola al cinturón y continua sacando los paquetes de billetes, va colocando un paquete en cada escritorio, para hacer una repartición igualitaria. Rafael ejecuta las órdenes de ignacio casi llorando, le escurre la nariz y le tiembla la mandíbula, suda copiosamente.

Nacho: Vacía las mochilas y cada paquetito que vaya poniendo en los escritorios, los metes en la respectiva bolsa de cada quien ¿Vale?
    Rafael asiente con la cabeza, para entonces ya terminó de amarrar las manos de Samuel y Leandro.
Rafael: Oye, Nacho, tranquilo we… nosotros somos más tranquilos, tú sabes que las viejas están locas.
Nacho: Cállate, puto… no me distraigas que apenas pasan de las cinco y media… si me llego a apurar media hora los trabajadores hubieran escuchado el balazo y hubieran subido hasta acá.
Rafael: Pero… ¿Los vecinos no habrán escuchado nada?
Nacho: (Irónico) Pues no sé, Rafita… si así tenemos máximo dos horas para terminar de contar todo y salir de aquí…
    Terminan de meter el dinero en las mochilas pero aún queda bastante en el mueble.
Rafael: Nacho… ya no cabe más dinero en ninguna mochila…
Nacho: Me lleva la chingada y aún falta mucho... pero no importa (coloca el cañón del arma en la frente de Rafael). Me quedan seis balas, una para cada uno de esos dos jotos que están ahí amarrados, una para ti, una para Isalin… y me quedan tres… las cuales voy a usar para matar a ese pinche perro de allá abajo… si de casualidad no lo llego a matar, tengo la ventana del comedor que da para la calle… no será difícil brincarme, llegar a mi carro e irme con todas sus mochilas llenas de lana… lo que se quedó aquí en el mueble será la merma… ni modo. Ahora de rodillas.
Rafael: Nacho… esa ventana da para el patio…
Nacho: ¡Qué listo... Maricón!… entonces tu vas a ser el primero en salir. (Ignacio jalonea a Rafel para que camine hacia la puerta) ¡Órale, cabrón...! Mientras el perro te come me da chance matar a éstos y pelarme...
    Leandro se levanta rápidamente y se arroja sobre la espalda de Nacho, al tener las manos amarradas enfrente trata de arrebatarle la pistola, pero está se dispara, dándole a Samuel, quien cae el suelo. Por fin el arma sale volando, pero Nacho logra quitarse a Leandro, Rafael va lentamente por el arma.
    Se escucha un grito de mujer, es Catalina con el martillo. Sorprende a Nacho y lo golpea en la nuca, Nacho cae, trata de levantarse en acto reflejo pero sólo consigue darse la vuelta en un giro más parecido a una convulsión. Catalina golpea el rostro de Ignacio repetidas veces, al estar detrás de un es-critorio no se alcanza a ver, pero el martillo queda lleno de sangre y la cara de Catalina se salpica. Un nuevo balazo se escucha, y Catalina cae al suelo, está vez es Rafael quien tiene la pistola.
   El zumbido y los ladridos del perro no cesan.
Leandro: Rafael… ayúdame.
Rafael: (completamente quebrado) No…  Todo eso es tu culpa.. creo que ha habido un ligero cambio de planes ahora… (Le apunta a Leandro) Ahora tengo el dinero de todos los que están aquí… incluso el tuyo, amiguito.
Leandro: Sé razonable, hombre… sólo somos nosotros tres… ya tenemos la vida asegurada con todo el dinero (pierde la compostura) no tiene sentido que nos chingues ahorita…
Rafael: ¡Me vale verga...! todos ustedes, cabrones, son una puta bola de locos enfermos, así que resolveré mi vida y de paso libraré al mundo de locos como ustedes…
    Sin que Rafa se dé cuenta, Isalin cierra la puerta y la asegura  con llave, desliza la llave por debajo de la puerta hacia afuera, dejando a todos encerrados. Rafael voltea y dispara, Isalin cae al suelo emitiendo un fuerte pero breve grito… Leandro aprovecha para ir rápido por el martillo, Rafael voltea y dispara dándole a Leandro en una pierna. Leandro cae de bruces al suelo, pero logra quedar cerca del martillo, el dolor y el miedo le dibujan una mueca grotesca en el rostro. Rafael se acerca a Leandro para rematarlo, se arrodilla junto a él.
Rafael: (Mirando alrededor suyo) ¿Sabes? Mi esposa y yo...
   Es interrumpido por un golpe que Leandro le atina justo en las sienes con el martillo, Rafael cae al piso y se convulsiona en espasmos violentos. Con golpes horizontales hacia la cara, Leandro fulmina a Rafael. Lo golpea varias veces aún cuando ha dejado de moverse.
    Extenso momento de silencio… Leandro mira a su alrededor y contempla la escena, su cordura comienza a ponerse a prueba. Toma su mochila llena de dinero, usando un cúter rompe las cintas que amarraban sus manos pero se corta en su desesperación, sus manos se llenan de sangre. Ahora el sonido del segundero es un zumbido grave y constante, el perro está completamente enloquecido.
    Leandro toma el arma del suelo, camina hacia su computadora y toma el teléfono de su escritorio, marco un número de memoria.

Leandro: ¿Amor? ¿Cómo estás? Soy yo, Leo… ¿Cómo… cómo te has sentido hoy? ¿Cómo está el...? ¿Tarde? Sí, ya sé que es un poco tarde, pero todavía no salgo de la empresa… Ya, ya merito salgo... Iré a casa, mañana te pasaré a ver desde temprano ¿Pataditas? Jejeje… qué bonito mi reina ¿Ya se te van pasando las náuseas? (a todos los ruidos se añade el sonido de sirenas de las patrullas a lo lejos, pero se van haciendo más cercanos) Este sí… todo bien (se comienzan a ver las luces azules y rojas) Te amo, nena.
    Leandro deja el teléfono, no lo cuelga, se coloca la mochila en un hombro y rápidamente trata de abrir la puerta pero está cerrada, cojeando corre y brinca por la ventana rompiendo el cristal…
Leandro (en Off): No, no, no (ladridos de perro) ¡No!  (Disparos y arma encasquillada) Ay ¡Ay! ¡AH! (Ruido de perro atacando).
    Esta vez el zumbido no desaparece, se queda perpetuamente, las luces azules y rojas de las patrullas se vuelven más grandes y el sonido de sirenas se mantiene a un volumen alto, se escuchan indicaciones por la radio de las patrullas, el perro no deja de ladar. Poco a poco los demás ruidos desaparecen... perdura el segundero del reloj
<<tic-tac-tic-tac>>
    <<tic-tac-tic-tac>>
        <<tic-tac-tic-tac>>
            <<tic-tac-tic-tac>>
                <<tic-tac-tic-tac>>


Oscuro
 

 

Herejía y Fe*

Quisieron hacerme creer que no te merecía; todo el mundo estaba de acuerdo, menos yo.   Quisieron hacerme sentir que no merecía tu cariño y ...