Ave, María, la llena de gracia porque llevas al Señor contigo, eres tú la más dichosa de todas las mujeres, porque dichoso es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios. Ruega, Señora, por nosotros los pecadores. Ruega, Señora, por los asesinos, los insensatos, los depravados. Ruega, Señora por los que odian y por los que dañan a su prójimo. Ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.